quinta-feira, 25 de outubro de 2012

Israel

srael y la ciencia del exterminio palestino Moisés Saab (PL) El nacimiento de Israel estuvo signado por un hecho que anunciaba una esencia genocida: el exterminio de los habitantes de la aldea palestina de Deir Yessin, equiparado a la aniquilación por los nazis de Lídice, la ciudad mártir checa. La diferencia es que el segundo hecho es referencia común y, el primero, cada vez más, queda envuelto en la bruma del tiempo. Sin embargo revelaciones sobre un programa realizado por las autoridades israelíes para mantener a los habitantes en Gaza en el límite mínimo de la supervivencia retrotraen a la actualidad el drama de los palestinos tanto en la Cisjordania, como en la franja escenario desde el fin de semana pasado de bombardeos diarios de la aviación y los tanques del ejército de Tel Aviv. Además, en estos momentos, una flotilla humanitaria cargada de alimentos y medicinas recabadas por suscripción popular en varios países, se dirige hacia esa zona, a pesar de las advertencias del gobierno del primer ministro Benyamin Netanyahu, según las cuales impedirán la llegada a puerto de las naves civiles. Entre 2007 y 2010, una de las dependencias del aparato militar israelí administró el flujo de alimentos a Gaza para mantener a los residentes en los bordes de la inanición, acorde con documentos desvelados por orden de un tribunal a instancias de una entidad humanitaria. El reporte fue confirmado por un portavoz castrense, el mayor Guy Inbar, quien precisó que los especialistas de las fuerzas armadas diseñaron una fórmula matemática que permitió determinar la ración mínima necesaria "para evitar una catástrofe humanitaria", según la descripción del interpelado. La intención del racionamiento obligatorio, por llamarla de alguna forma, fue presionar a la organización palestina Hamas (Fervor, islamistas) que está en control del área, añadió el mayor, quien aseguró que "nunca fue puesta en práctica". Aún con la precisión del testigo, es notorio que en la franja los habitantes sobreviven gracias a una red de túneles que la conectan con la Península de Sinaí, en Egipto, a través de la cual se registra un activo contrabando de bienes y mercancías que son revendidos a precios inflados. Para esas fechas, las autoridades israelíes tenían catalogada a Gaza como "territorio hostil" y decretaron las restricciones que, por supuesto, tenían como blanco a la población civil, alrededor de un millón 500 mil seres humanos, como fórmula para "presionar al gobierno de Hamas". Entre las peculiaridades del bloqueo, los burócratas militares autorizaron el paso de salmón ahumado y yogurt sin grasa, verdaderos lujos, pero prohibían el paso de productos de uso cotidiano como el café y el cilantro, acorde con los documentos castrenses. Las restricciones fueron levantadas de manera parcial en mayo de 2010, pero el bloqueo naval sigue vigente y está convirtiendo a Gaza en una zona imposible de habitar, según un estudio de la ONU difundido semanas atrás. La escasez de infraestructuras, destruidas por la aviación israelí entre fines de 2008 y principios de 2009 durante la Operación Plomo Fundido, que los palestinos llaman la Masacre de Gaza, sumadas a medidas punitivas de diverso orden han convertido a la franja en un Geto de Varsovia multiplicado de manera exponencial. A fines de 1940, las autoridades nazis de ocupación en Polonia determinaron encerrar a los judíos en una zona de la capital polaca, de la cual solo podrían salir autorizados para trabajar: comenzaba la historia de uno de los tantos crímenes de las tropas hitlerianas en Europa, cuyo clímax fue el levantamiento del Geto de Varsovia entre el 18 de enero de 1943 y el 9 de abril de ese año. Miles de judíos murieron atrapados en los edificios incendiados por las tropas de Reich, fusilados o en combate. Resulta evidente que la enseñanza sería asimilada por los sobrevivientes de la matanza que, a su llegada a la Palestina ocupada por Gran Bretaña, se integraron a bandas terroristas como Stern, Palmach e Irgun, esta última el antecedente del partido Likud, cabeza de la actual coalición gobernante en Israel. Elementos de esas entidades, calificadas de terroristas por personalidades judías, como Albert Einstein o políticos como el exprimer ministro británico Winston Churchill, fueron los encargados de "dar un escarmiento" a los palestinos que se resistieron a las agresiones de los colonos sionistas del naciente Israel. Todos los parecidos entre las fórmulas "dar un escarmiento" "pueblo escogido" y "necesidad de espacio para refugiados", enarboladas por Israel con "espacio vital", "solución final" y los experimentos criminales con internos en campos de concentración nazis en la II Guerra Mundial, son, cada día, menos casuales. (Argenpress)

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